Hoy me levanté pensando que era domingo y nadie estaba en casa. También me lavé los dientes pensando que había pensado que hoy no era sábado y la menta termino por lastimarme la lengua. Y cuando tenía los dientes lavados mi estomago me recordó que el problema de confusión era debido a la falta de alimentos y no por el exceso de sueño. En el refri no había leche ni mermelada, el café se lo terminaron los mayores del hogar y me quedé sola con mi juguito ácido de naranja. Mama dejó una nota en la puerta de la casa decía: hoy no salgas de la casa; si sales ponte el tapabocas; si no te pones el cubrebocas y estornudas tapate la boca con el interior de tu codo; si llegas a un lugar con baño, lavate las manos;si no haces nada de lo anterior te exhorto a hacerte un estudio médico; de no hacerlo y enfermarnos a todos ya tomamos las medidas necesarias, estamos en puebla con tus primos, regresamos el miércoles de la próxima semana.
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3 comentarios:
Qué casual y,
qué casualidad y,
qué causalidad.
Yo te puedo hospedar. Mi casa tiene baño.
Como he dicho un millón de veces: es divertidísimo imaginarnos en una especie de historia de terror/zombies/pandemia en la que nos escondemos en las barricadas construidas en los centros comerciales desiertos y por las noches salimos a cazar bestias come-carne-humana. Realmente jamás imaginé que una cosa del estilo sucediera, pero al rato que todos estén más dormidos saldré con mis armas de fuego letales a matar muertos. Por eso de las dudas, espero que mi querida Alicia se cuide para no tener que destruir su cuerpo podrido por completo si es que resulta infectada. Que tenga buenas noches.
Tan linda Anna
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