jueves, 6 de noviembre de 2008

Jospe

Así fue como el lápiz voló sin pedir permiso,
ni a la mano, ni a la cara asustada que lo recibía.
Un simple lápiz, no era mi intención sacarlo de la hoja,
es la autonomía de las nuevas maderas...
Ahora los productos son inteligentes,
pero no sus dueños...

¿Ya leyeron el periódico?
Compartimos 95% de información genética con el hombre neandertal...
Seguro la diferencia radica en la inteligencia "intrínseca" y "extrínseca".
Dependemos del lápiz,
el horror de cometer un error y no poder borrarlo,
si, terror absoluto (con todo y sus cuádruples "r").

Nuestra inteligencia es extrínseca,
no como la del neandertal...
¿Ya que le hacemos?
La verdad es que el lápiz salió de mi mano,
apuntando hacia tu rostro,
sin pedir autorización.

Y para colmo, soy yo la que debe pedir perdón.

4 comentarios:

uh uh uh dijo...

No leí el periódico, pero también compartimos algo asi como el 98.8% de nuestros genes con la rata común. Nevermind. Un lápiz no puede matarme.

No sufras.

P.S. Estás bien bonita.

F. dijo...

Cuidado con esos lápices autómatas.

Mondblume dijo...

Los lápices amarillos son los más bonitos.

Pistorius dijo...

a que no... los bonitos son los triangulares.

Ahi tienes mi blog!