domingo, 31 de mayo de 2009

De cuando la luna tiene el poder

Bajo la soberbia luz plateada
su rostro estaba escondido,
furiosa la luna de haberlo compartido
con aquellos ojos de niña consentida.
Y entre los matorrales oscuros, escondida,
la imagen del amante
que de ninguna manera dejaba ver su talante,
porque, antes, estaba corroída.
Y su mirada, triste
lamenta el olvido,
le canta a la luna
sonetos y poemas de toda suerte.
Altiva, la de los cabellos de noche,
no escucha ni un sólo sonido
sino, atenta juega con su estrellada melena.
Ella que sobre los corazones solitarios reina,
es la cura y el mal de su emporio
hasta que, soberano el sol retoma su imperio.

3 comentarios:

Leonardo G.O. dijo...

:)

NMMP dijo...

Me likes.

uh uh uh dijo...

Tenía la intención de comentar, pero ya no pude.

Además de que no endendí muy bien.

marin