Como un muerto veía a los niños reir y no me importaba,
como un cinico me reía yo de los muertos que se creían vivos,
como un ciego notaba que el mundo luchaba por sobrevivir,
ausente todo el tiempo, observaba yo aquello.
Vivo alguna vez jugué,
respetuoso alguna vez deje de burlarme.
También perseguí un sueño,
y al mismo tiempo pensé que no querría morir.
Del pasado remoto, al pasado reciente sólo sé que sucedió mi muerte.
Mente suicida y homicida,
por intentar comprender y controlar,
corté y mutilé mi sonrisa.
Y él me lo dijo hoy...no se trata de comprender,
sino de primero ser feliz.
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2 comentarios:
Si muero antes que tú, prometo seguir riendo contigo.
y a pesar de aquella verdad seguimos muriéndonos por tratar de comprender. ¿Nos empezaremos a reír de aquello de una buena vez?
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