sábado, 29 de agosto de 2009

Introducción

Camino descalza sobre su espalda,
se estremece.
Un terremoto,
el cielo sigue inmóvil.
Caigo los brazos extendidos,
duermo.
Amanece,
la espalda sigue temblando,
la acaricio,
no la abarco.
Un volcán se eriza sobre su piel,
me levanto,
corro lentamente hacia su cuello.
Perlas de luz,
medio enamoradas, caen sobre mi rostro.

1 comentario:

Mondblüme dijo...

Esa última me ha matado, soñaré con ellas.