Perlas de noche,
luminarias que se creen ciudades.
Tus ojos verdes,
manchados por el paso de marineros sucios.
Te quejas morena, con tu voz de viento,
me alejas, de tu corazón blanco.
Las lágrimas del sol
adornan tu rostro arrugado,
y sumisa
te dejas llevar por el cantar de sus súplicas.
Morena de arena
te he besado las mejillas,
por si sonríes y los despides a todos.
Te regalé mi alegría,
temiendo no volver a sentirla
y la dejaste caer
al fondo de tus mares revoltosos.
Y si alguna noche,
bella soñolienta, rieras,
te diría que te amo.
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1 comentario:
me suena a una sirena?
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