All that no-one sees,
You see what's inside of me,
Every nerve that hurts,
You heal deep inside of me.
Joga-Bjork
Él ve el suelo, la cabeza bien baja no sabe siquiera hacia donde caminan. Cada tres pasos hay una flor en la banqueta, solo él la puede ver. Le dice que se detengan, sólo unos segundos, la flor se mueve, es la misma, lo sigue. Ella no escucha, va tras una mariposa gigante, prófuga del zoológico. Quiere llover sobre la ciudad, se detienen, los ojos verdes lloran, pero ella no lo sabe. Conmovido cree que la ha herido, no es cierto, ella sonríe, le pone la flor entre sus manos, palpita.
Quisiera hablar pero no puede, sus palabras son hojas verdes o puro otoño, crujen se deshacen. Quisiera pensar, pero no sabe; le gustaría poder entrar a su mente y ordenar el imaginario completo, querría entender su propio desorden. Quisiera conocer el caos que la hace parecer tan torpe, quisiera dejar de perseguir mariposas y decirle que lo ama. Murmurarle palabras que no existen, como en ese viejo poema de Brell, y que él solo entendería. Quiere que la besen, pero no se atreve a sugerir el beso. Crecen en su pecho, como enredaderas, las venas. La piel blanca impaciente pide un beso, por las mejillas ruedan dos pequeñas lágrimas verdes.
La fuite, toujours la fuite; un monde, nôtre monde. Une petite maison a nous, construite de mots et de bisous. El límite de sus palabras, deseperación absoluta, casi muda.
3 comentarios:
Tonta. Sólo habla.
Chócalas.
también quiero dejar de perseguir mariposas
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